Antecedentes
SANTIAGO DE COMPOSTELA Y SANTO TORIBIO DE LIÉBANA
El monasterio de Santo Toribio de Liébana, situado en
el ayuntamiento de Camaleño, (Cantabria), al pie del Macizo Oriental de los
Picos de Europa, fue desde la Edad Media un importante centro de peregrinación,
por custodiarse en él supuestamente uno de los fragmentos de la cruz de Cristo,
la Vera Cruz o Lignum Crucis (tenido
como el trozo mayor de la Cruz de Cristo que se conserva en la actualidad). Muchos
peregrinos, conocedores de la presencia de la cruz en Liébana, se desviaban
hacia el monasterio desde la ruta de la costa a Santiago y tras venerar las
reliquias continuaban a León para unirse al camino francés en Mansilla de las
Mulas.
La “Ruta Vadiniense”, http://www.rutavadiniense.com es el itinerario recientemente señalizado que reivindica esa ruta, con el monasterio lebaniego como etapa intermedia en la peregrinación “Trascantábrica” desde Liébana y por León a Santiago. Sin embargo, su relación con la montaña leonesa puede calificarse de colateral, pues tras cruzar la divisoria cantábrica entre Fuente Dé (Cantabria) y Portilla de la Reina (León) baja pronto al cauce del Esla, cuyo curso seguirá desde entonces de cerca para confluir con el “Camino Francés” en Mansilla por lo que no explota las posibilidades de la montaña leonesa como territorio para caminantes.
La “Ruta Vadiniense”, http://www.rutavadiniense.com es el itinerario recientemente señalizado que reivindica esa ruta, con el monasterio lebaniego como etapa intermedia en la peregrinación “Trascantábrica” desde Liébana y por León a Santiago. Sin embargo, su relación con la montaña leonesa puede calificarse de colateral, pues tras cruzar la divisoria cantábrica entre Fuente Dé (Cantabria) y Portilla de la Reina (León) baja pronto al cauce del Esla, cuyo curso seguirá desde entonces de cerca para confluir con el “Camino Francés” en Mansilla por lo que no explota las posibilidades de la montaña leonesa como territorio para caminantes.
Sin embargo, Santo Toribio no fue solo una mera
“etapa” del camino a Santiago. Su fama derivada de albergar el Lignum Crucis
pronto se extendió y a lo largo de los siglos cobró importancia como centro de
peregrinación en sí mismo. La celebración del Año Jubilar Lebaniego 2017 ha puesto
de relieve la relación histórica entre el monasterio y la peregrinación a Santiago.
http://www.culturaydeporte.gob.es/dam/jcr:50c944eb-6993-42d0-8dbe-afd6c44f0692/Ficha%20monasterio%20santo%20toribio.pdf
Por ello en los últimos años se ha señalizado y
promocionado el llamado “Camino lebaniego” https://caminolebaniego.com/inicio , que permite a los peregrinos alcanzar
el monasterio de Santo Toribio de Liébana desde la costa cantábrica.
Hoy es un itinerario de peregrinación que vive
momentos de expansión. De hecho, recientemente se han señalizado también entre
Liébana y las provincias limítrofes de León y Palencia algunos caminos de
peregrinación supuestamente usados en la antigüedad por peregrinos que desde
esas zonas querían dirigirse a Santo Toribio: https://www.caminolebaniego.com/otros-caminos/camino-leones
https://www.caminolebaniego.com/otros-caminos/camino-castellano.
La promoción del Camino Lebaniego desde diversos
ámbitos ha permitido poner de relieve la relación entre Santo Toribio y
Santiago de Compostela, como defiende el doctor en Historia Miguel Carlos Vivancos Gómez en su trabajo “Beato y Santiago, los
orígenes del culto y patronazgo hispano del apóstol Santiago” en la obra “Seis estudios sobre beatos medievales” (2010), coordinada por Maurilio Pérez González: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3419039. Esta relación ha sido abordada también por la prensa leonesa: https://www.diariodeleon.es/articulo/cultura/beato-liebana-convierte-santiago-patrono-espana/201009100400001126332.html
Hoy en día se admite que desde este lugar de la
montaña de Cantabria se contribuyó decisivamente a poner las bases para la
construcción del hecho jacobeo. Fue en Santo Toribio y a finales del siglo VIII
donde el monje Beato de Liébana (autor de los “Comentarios al Apocalipsis” de
San Juan, obra que sirvió de base para la elaboración de los Beatos, valiosos
manuscritos iluminados realizados por monjes entre los siglos X y XIII)
consideró por primera vez a Santiago como patrón de España y difundió su figura
y su predicación en la Península, pocos años antes del descubrimiento de la
supuesta tumba del apóstol.
A pesar de la evidente relación cultural entre Santo
Toribio y Santiago de Compostela, no existe un itinerario peregrino que conecte
directamente ambos lugares. Nuestra propuesta cubre ese vacío y permitiría
explotar más profundamente las posibilidades todavía insuficientemente
desarrolladas que ofrece el medio natural y humano de la montaña cantábrica
leonesa, pero proponer un sendero transversal por el N de la provincia de León,
donde los ríos más importantes forman valles N-S tiene que tener una justificación
lógica. La vemos seguidamente.
UN ITINERARIO LÓGICO A SANTIAGO POR LA CANTÁBRICA
La geografía y la geología de la Cantábrica facilitan
la comunicación E-O entre las cabeceras de los valles de los principales ríos
que drenan la vertiente leonesa de la cordillera, que fluyen N-S (Porma, Torío,
Bernesga, etc.). Por un lado, los materiales rocosos que forman la Cordillera,
de Edad Paleozoica, fueron plegados a fines de dicha era por la orogenia
Hercínica, que formó pliegues y fallas orientados en general E-O. Por otro, las
rocas de la cordillera muestran una alternancia de franjas formadas por litologías
duras y resistentes (cuarcitas, calizas, conglomerados) con otras más blandas y
erosionables (pizarras, arcillas, margas) que han facilitado respectivamente la
formación de sierras y zonas más deprimidas entre aquellas. Tal disposición
tiene la clave del diseño de nuestro camino.
Ortofoto (SPOT 5) de la zona central
de la vertiente S de la Cordillera entre los embalses de Porma (p) y Barrios de
Luna (b) . Se aprecia la alineación E-O de las sierras (calizas; franjas
blanquecinas) y valles (bandas verde-marrón) Imagen propiedad del IGN
En efecto, los ríos cantábricos leoneses, cruzando esa
estructura de N a S a favor de grandes fallas, erosionaron fácil y
preferentemente las franjas pizarrosas, ampliándolas lateralmente hasta formar
grandes valles E-O, separados por las sierras de rocas duras paralelas. A
medida que la erosión amplió los valles, erosionó las cabeceras de los ríos
vecinos y formó collados que rebajaron sus divisorias y conectaron sus valles.
Hay numerosos ejemplos de estos amplios pasos E-O en
la Cordillera, que forman hoy puertos y collados como San Glorio, Señales, Vegarada,
San Isidro, Gete, Cerredo, etc., dispuestos a lo largo de esas alineaciones de
valles, facilitándonos la tarea de encontrar paso transversal entre los ríos.
En ocasiones, varios de esos collados se alinean en el mismo sector pizarroso
entre sierras generando corredores de decenas de km de largo que nos permiten
avanzar fácilmente hacia nuestro
destino. Algunos de ellos fueron abiertos al tráfico a lo largo del siglo XX,
como los collados de Valdeteja-Ubierzo y Cármenes, formando un gran corredor entre
el Curueño, Torío y Bernesga. Más al N, muchos de estos pasillos se libraron
del asfalto, como los collados de Mahón-Tolibia, Canseco y Ferramedal entre
Puebla de Lillo y Busdongo, que cruzaremos en nuestra marcha.
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