El CAMINO TRANSCANTÁBRICO es una propuesta personal para alcanzar Santiago de Compostela a través de la montaña cantábrica, comenzando en el Monasterio de Santo Toribio de Liébana (Cantabria) y recorriendo los valles leoneses cantábricos para cruzar finalmente los Ancares hacia tierras lucenses de Becerreá y Sarria, donde se une al Camino Francés. 410 km en 19 etapas, con más de 12000 m de desnivel positivo y otros tantos de descensos, con una media de 600 cada día.

miércoles, 11 de septiembre de 2019


Situación
El monasterio de Santo Toribio de Liébana se sitúa a unos 3 km de Potes, en la ladera N del monte La Viorna, que con su característica cruz en la cumbre domina hacia el O la vista desde la capital lebaniega. Enmarcado por los Picos de Europa, alberga el mayor trozo existente de la cruz de Cristo, el Lignum Crucis, único reconocido como auténtico por la Iglesia. 
El monasterio de Santo Toribio de Liébana, en la falda de La Viorna y con el fondo de las cumbres del Macizo Oriental de los Picos de Europa
Origen: Entre la leyenda y la pérdida de España
Liébana fue desde antiguo un centro de atracción religiosa y monástica, quizá por ser un territorio poco cristianizado. La tradición hace fundador  del monasterio a Toribio, primer obispo de Palencia (siglo VI) tras llegar con algunos compañeros a Liébana con el fin de cristianizarla. Activo luchador contra el Priscilianismo, según un viejo cronicón sería natural de Torenao (Turieno) pueblo muy cercano al monasterio. Según la tradición, tras la invasión musulmana, mediado el siglo VIII recibió los restos del obispo Toribio de Astorga (m. 476) y la reliquia del Lignum Crucis, sacada de Jerusalén por el propio astorgano.



El monasterio histórico
La primera referencia escrita del monasterio es de 828 pero se sabe que ya existía cuando Alfonso I repobló Liébana en el siglo VIII. Primeramente llamado San Martín de Turieno por San Martín (316-397), obispo de Tours y un activo evangelizador que persiguió la herejía Priscilianista. La gran expansión de la influencia y poder del monasterio en Liébana fue durante el Medievo (siglos X y XI) bajo la regla de San Benito, dirigiendo muchas iglesias dentro y fuera de la comarca.
Apenas se tienen datos del recinto anterior al siglo XIII, quizá un templo sencillo de estilo asturiano o mozárabe, como muestran algunas de las ermitas -algunas casi rupestres como Cueva Santa- de los bosques cercanos al monasterio y donde los monjes llevarían un tipo de vida más eremítica que monástica. Una comunidad de auténticos echados al monte de aquel entonces, dispersos y originalmente sin un centro común fijo.
En el siglo XII la devoción popular por las reliquias del santo  motivó el cambio de nombre al de Santo Toribio. En 1187 el rey Alfonso VIII cede el monasterio –era de realengo- a los condes Don Gómez y Doña Emilia. A la muerte del conde, el cenobio es cedido como priorato al de Oña (Burgos). Desde este momento comienza el declinar de la estrella de Santo Toribio, culminando en la desamortización de Mendizábal (1837), que exclaustra la comunidad y como en tantos otros lugares de España, provoca la ruina y expolio artístico del monasterio. En 1961, casi en ruinas, fue restaurado y se instaló en él una comunidad franciscana que ha seguido hasta la actualidad, recordando la tradición que sitúa a San Francisco de Asís en Santo Toribio de paso en su peregrinar a Compostela en el siglo XIII.
El Edificio
La iglesia actual data de los siglos XIII-XV. Tiene planta rectangular y tres naves de ábsides poligonales y bóvedas de crucería. La decoración, sobria -propia del gótico monástico cisterciense- es algo más rica en los capiteles, con figuras animales y humanas. La torre-campanario de la nave central alberga el coro. En la fachada S está la portada principal y la Puerta del Perdón, más pequeña, que solo se abre en los Años Jubilares. Ambas serían el único vestigio del edificio románico previo. Adosado a la iglesia se alza un discordante bloque donde viven los monjes y está la hospedería.
En el interior de la iglesia se conserva una estatua yacente de Santo Toribio de Astorga (siglo XIV) con policromía original y una imagen de Nª Sª de los Ángeles sin policromía. Del siglo XVII y tradición herreriana es el pequeño claustro. En el Camarín de la capilla barroca se guarda la reliquia del Lignum Crucis.
El Jubileo Toribiense y las peregrinaciones a Santo Toribio
La evidencia de peregrinos llegando a Santo Toribio para adorar el Lignum Crucis y las reliquias del Astorgano es bastante antigua. En el siglo XV tuvo un hospital (San Lázaro). Con el tiempo, Santo Toribio fue una etapa más hacia Santiago, enlazando a través de las montañas la costa y el Camino Francés. En 1512, el papa Julio II le otorgó bula para celebrar un Jubileo todos los 16 de Abril -festividad del santo- que fueran domingo y los 7 días siguientes. Santo Toribio afianzó así su carácter de centro de peregrinación, uno más de los lugares santos del catolicismo romano junto a Roma, Jerusalén o Asís. En 1967 Pablo VI extendió el privilegio durante un año. Se instituyó así desde entonces el Año Jubilar Lebaniego
Desde el siglo XII la Cofradía de la Santa Cruz venera al Lignum Crucis por medio de la tradicional “Vez”: entre el 16 de Abril y el 5 de Octubre -festividades respectivas de Santo Toribio de Astorga y San Froilán, patrón de la diócesis de León, a la que perteneció el monasterio- los cofrades de los pueblos de Liébana se turnan en parejas para subir al monasterio a venerar la reliquia durante la misa mayor de los viernes.











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